Trujillo no es el nombre, somos cada uno de nosotros y por ello tenemos que poner cada uno de nosotros para sacarlo adelante, todos somos importantes
La celebración por el 462 aniversario de la ciudad de Trujillo, inició con el repique de campanas desde muy temprano, con la fresca mañana que caracteriza a la “Ciudad de Paz y Encanto”, la catedral abrió su puertas para recibir a todos los trujillanos que gozosos agradecen por un aniversario más, y fueron esperados por la excelsa patrona, hermosa e imponente como siempre, celebrando los 37 años de su coronación canónica.
Autoridades civiles y militares participaron en la misa solemne, el gobernador estuvo representado por su secretario general, Graterol Verde, y otros directores de gobierno, la presidenta del Clet Luz del Valle Castillo también hizo acto de presencia en la eucaristía, acompañada de la autoridad municipal, el alcalde de Trujillo, Anyerson Hernández y el presidente del Concejo Municipal Sandro Cáceres, y el comandante de la Zodi, General Delfino.
Sector opositor presente
En este aniversario, una particularidad marcó la celebración, la presencia del sector opositor, el Frente Amplio de Trujillo que también son trujillanos, y que se ganaron su espacio porque están trabajando arduamente para recuperar espacios y a Trujillo, en la casa de Dios todos son bienvenidos y en esta oportunidad estuvieron participando como hace mucho tiempo no lo hacían, lo cual demuestra que en Trujillo y en Venezuela todos cabemos y se tiene derecho a construir una mejor sociedad.
La celebración de ayer fue de cuatro fiestas que han marcado la historia de Trujillo: 462 años de la fundación de Trujillo, 62 años de la Diócesis de Trujillo, 52 años de la fundación del Seminario Sagrado Corazón de Jesús y 63 años de la llegada de las hermanas franciscanas, misioneras de la educación.
Durante la homilía a cargo del sacerdote Ramón, párroco de Santa Rosa, envió unas palabras muy acertadas sobre la necesidad de trabajar por la paz y la justicia, las cuales según las escrituras, se abrazan, «Eso es lo que estamos perdiendo, la paz y la reconciliación; más allá de las cosas que nos separan son muchas más las que nos unen, y a todos nos une el amor por Trujillo» enfatizó el presbítero.
Exhortó a buscar la paz, a que corramos tras ella, siempre hay que hacer el bien y evitar el mal, expresó.
Pidamos con humildad, nuestra unión de auténticos cristianos, que luchan por superar los obstáculos donde reine el amor, la paz y la solidaridad, Trujillo hoy lo requiere, señaló.
Despierta trujillano
No dejemos morir a ese trujillano que siempre regala una sonrisa, y un gesto amable. Luchemos por la paz que nos identifica como la tierra de Nuestra Señora de la Paz, la imagen de nuestra fe y que es la imagen que todos debemos ser.