En una actividad especial convocada por los amigos de Luis Mario Madriz, fue presentado el libro homenaje al poeta, escrito por el ingeniero Luis Manuel Solarte Cañizales, actividades que se iniciaron con una visita a la tumba donde reposan los restos del poeta y compositor, telegrafista de Betijoque, en los tiempos en que las comunicaciones eran importantísimas y dependían de la clave de Morse
Se cumplió en Betijoque el homenaje al poeta y compositor Luis Mario Madriz, enmarcado todo en el bautizo del libro dedicado a este hombre que vino de otras regiones pero sembrado en el conglomerado betijoqueño, por su bonhomía y don de gente que lo llevó a cultivar numerosas amistades, ganadas también con el ejercicio de su profesión de telegrafista de la capital del antiguo Distrito Betijoque, hoy municipio Rafael Rangel, oficio que dentro del campo de las comunicaciones eran importantes para la ciudadanía en general, en los tiempos en que le tocó ejercerla.
La actividad se inició con una visita al Cementerio Municipal de Betijoque, donde está la lápida que guarda su nombre, donde se señala que nació el 19 de diciembre de 1925 y falleció el 31 de agosto de 1998.
En el sencillo acto le fue ofrecida una oración a cargo del Diácono Livio Solarte, habiendo también palabras del Cronista local Gustavo Salas y el agradecimiento de una de las hijas del poeta Lusneida Madriz, actividad donde se encontraba la señora Nélida Marín viuda de Madriz y otros hijos del extinto.
Los actos en el templo local
A las 10 de la mañana se iniciaron las actividades en el templo San Juan Bautista, asistiendo numerosos invitados y personas que se convocaron para escuchar y estar presente en el homenaje al poeta el hombre de pueblo que fue Luis Mario Madriz, merecedor del libro que escribió el ingeniero Luis Manuel Solarte Cañizales, quien integró el presídium conformado entre otros por Elsa Méndez Barreto, Alí Medina Machado, Ana Briceño de Solarte, Presbítero Gerardo Moreno, Marcos Palomares y Olinta López de Rojas
Dijo el ingeniero Solarte en las palabras que pronunció en el acto. “Años atrás, durante el proceso de investigación para elaborar la biografía de Luis Mario Madriz, el efecto de mayor relieve que surgió como casi una constante en el ánimo de mis colaboradores, era la nostalgia que generaba rememorar los años vividos del poeta en Betijoque. El espíritu de la mayoría de ellos, se manifestaba en algunas expresiones que resumo así”.
Licenciado Justo Elías Matheus: “Caramba chico, Madriz fue un gran hombre y lo aprecio mucho que bueno destacar su legado cultural. Rafael Argüello señalo: es justo y cabal revitalizar la obra artística de un gran betijoqueño de corazón.
Ismael Pérez, emocionado expresó: Luis Mario mi compadrito del alma. Ya casi nadie lo menciona, solo nosotros los mayores, lo recordamos con cariño, además me decía que a finales de los años cincuenta, Madriz fundó junto a otros personajes, el equipo de béisbol Betijoque.
Eddy Mogollón: Pocos betijoqueños lo recuerdan, con él, con el cual compartimos gratas veladas musicales.
Horacio Matheus opinó Gracias a Dios chico, que bueno rescatar a Luis Mario del olvido, sabes que los Matheus Rodríguez le tuvimos elevado aprecio y admiración.
Alberto Bastidas, expuso: que buena gente fue Madriz, recuerdo aquel domingo cuando celebrábamos en su casa las nueve arepas que le arreamos a los Diablos Rojos de Sabana de Mendoza.
La profesora Elsa Mendoza apuntó. Los betijoqueños de ahora desconocen su obra, él fue incansable en el afán de ofrendarle un presente artístico a Rafael Rangel en sus aniversarios.
Luis Huz dijo. “Me parece muy loable tu iniciativa, hay que rescatar del olvido a tan especial personaje del pasado betijoqueño”.
Maura Madriz afirmó. “Que bueno que te acordaste de tío Luis. Señalando sobre el motivo de que Madriz se desplazara desde tan lejanas tierra hasta Betijoque; señalaba. El espíritu aventurero que desde joven acompañaba a tío, por eso estuvo en varios sitios del llano, pero fue el pueblo de Arturo Cardozo del que prendó”.
Añade el autor del libro. “Sumido en mi preocupación, desde muy hondo de mi ser, sentí que un imperativo me impulsaba a emprender una acción que rompiera el muro de nuestra prolongada indiferencia con este notable vecinos del pasado betijoqueño, y frente a tan patética circunstancia se avivó en mí el ineludible sentido del afecto y el deber, por ello pensé en la posibilidad de realizar un trabajo que recogiera los aspectos más relevantes de una vida y obra, pero esto no se divisaba fácil para tan atrevida empresa, así que después de meditarlo fundamenté, un buen día dije, para luego es tarde”.
En el transcurso del trabajo investigativo para configurar la biografía de Madriz, sobrevino la idea de agregarle a ella un conglomerado de hechos acaecidos en el Betijoque de ayer, intención que se materializó con la narrativa de una serie de acontecimientos relacionados de alguna manera con nuestra biografía, señala el autor.
“Durante el tiempo de Madriz en Betijoque fuimos testigos del trato espontáneo, animoso y cordial. Nunca tuvimos noticias de actitudes adustas o desabridas. Humildad y gentiliza fueron dos cualidades de su andar existencial, ellas propiciaron la confianza y aprecio de todos los que fueron sus amigos o tuvieron algún trato con él”.
En el acto hubo palabras de Alí Medina Machado, La orquesta infantil no podía faltar en la actividad cumplida, realizando varias interpretaciones alusivas al acto.
Testimonios
Testimonio fehaciente para abundar sobre la personalidad de Madriz es la frase que acuñó en el Diario de los Andes el periodista Francisco Graterol Vargas, quien dijo: Por las calles de Betijoque paseó su clase como poeta, escritor buena gente” también lo ratifica el poema que le ofrendó en los momentos de sus honras fúnebres el lugareño Mario Lujano. Adiós Poeta amigo/ de tierras lejanas llegaste para darnos lo mejor/ tu sonrisa, tus cuentos y siempre tu gran humor/ cuando llegue al Cielo los ángeles te recibirán/ Papa Dios San Juan y San Benito una fiesta formarán/ para recibirte poeta, y escribirá para ellos allá en la eternidad.
