Los primeros habitantes de -La Cejita- eran oriundos de –Motatán-, a su llegada a estas tierras instauran sus añejas costumbres y tradiciones, entre otras la advocación mariana de la -Inmaculada Concepción-, símbolo de pureza luego de la concepción sin pecado original de Jesús, el hijo de Dios, -María siempre fue Virgen-.
En semejanza a Motatán, su pueblo originario, le asignan la distinción de Santa Patrona y con anticipación a la ceremonia festiva de su día, junto con la feligresía católica de las comunidades aledañas promueven un raudal de actividades mágico-religiosas que incluyen: visitas, paseos, santo rosario, misa y hasta serenata… Acción que comienza con la búsqueda de la sagrada imagen desde la localidad donde estuvo apostada el ultimo día, para trasladarla hasta el lugar en el que pernotara esa noche, el recorrido de un sitio a otro es concurrido por vecinos y animado con música de viento, el sonido de las cornetas de los vehículos que acompañan su movilización y quema de fuegos artificiales.
Ya emplazada su congregación la recibe con alegría y gozo en improvisados altares que engalanan con flores naturales y durante su permanencia proceden a pagar promesas por amparos concedidos, cerrando la tarde cumplen la rogativa del santo rosario, antes de ser oficiada por el párroco de la parroquia eclesiástica local la tradicional misa de acción de gracias ofrecida por los católicos que allí habitan, al final le entonan la acostumbrada serenata con mariachis, esto ocurre hasta una fecha antes de su efemérides.
Cada 8 de diciembre desde las primeras horas del amanecer, antes del asomo del sol, este día comienza con la quema de fuegos artificiales… A las 10 de la mañana al interior del templo homónimo se oficia un Tedeum que es acompañado de niños primo comulgantes, aptos, preparados para recibir por primera vez este sagrado sacramento.
Al final de la tarde una vez finalizados los oficios religiosos la sagrada imagen de la Virgen -Inmaculada Concepción-, sale a recorrer en procesión avenidas y calles que circundan su oratorio, una vez finalizada la romería, es detenida momentáneamente a la entrada de la iglesia mirando hacia la plaza antes de entrar nuevamente a su morada, para ser elevada su altar, formalizado este mágico acto se procede al encendido del tradicional arbolito de pólvora, del cual al final de la quema emerge una hermosa impresión a color de la -Inmaculada Concepción-.
Esta identificación del cejitense con la madre de Jesucristo es fuente de inspiración en su existir incluyendo su creación musical, tal como se expresa en texto de la letra de la Gaita, que se muestra a continuación e igualmente el Vals.
Bella Hermosa Inmaculada
Vengo a darte una serenata
y a cantarte aquí en la plaza
te quiero felicitar
Eres, lo mejor que aquí tenemos
por eso hoy está tu pueblo
queriéndote saludar.
II
Bella, infinitamente bella
cuando en procesión te llevan
todos te quieren cantar
Reina danos más sabiduría
para hacer de La Cejita
un bello y santo lugar.
III
Te pediré, Bella hermosa Inmaculada
que a cada familia puedas hacerles crecer su fe
y que también en cada mente tu vivas
y que día, a día muchas fuerzas les des.
IV
Te pediré bella hermosa Inmaculada
por los que hoy están lejos y no los podamos ver
que donde estén los protejas, los bendigas
les sobre mucha alegría y que piensen en volver.
*Carlos J. Ramírez
Y este Vals que a continuación se detalla:
Virgencita de La Cejita
Querida Virgencita
Inmaculada Concepción
protege a La Cejita
y a toda mi región
este pueblo bonito
es toda mi adoración
tiene lindas muchachas
y un paisaje ensoñador
que alegra al visitante
y lo recibe con fervor
sus fiestas religiosas
no tienen comparación
este es mi pueblo querido
que jamás olvidare
soy tu hijo que te canta y te añora
pues siempre te amare.
(Bis)
*Pedro Luis Manzanilla Pérez.
*Los autores de estas dos piezas musicales son naturales de La Cejita.
Parroquia Eclesiástica
La elevación a parroquia eclesiástica Virgen de la Inmaculada Concepción sucede el 24 de febrero de 1962 a las cinco de la tarde, siendo responsable de cumplir con tal designación Monseñor José León Rojas Chaparro, Obispo de la Diócesis de Trujillo, acompañado Monseñor Enrique Pimentel Manzanilla Vicario de La Diócesis quien tuvo el honor de celebrar la sagrada misa en este evento litúrgico de trascendental importancia para su pueblo natal.