Carmen Adela Rossell es conocida en el mundo como el vientre sonoro, porque trajo al mundo a uno de los más grandes cantautores venezolanos de la historia, Alí Primera.
Un 31 de octubre de 1942, en la maternidad Oscar Chapman nace este símbolo de la cultura venezolana, que conquistó con su grandes versos y melodiosas tonadas a todo el país, marcando la historia de Venezuela y dejando un legado importante dentro de la sociedad y la música.
El acercamiento de Alí Primera con la música comienza en aquella época donde observaba a su tío tocar el cuatro venezolano. El cantante igualmente manifestó en algún mometo que «mi padre era cuatrista y cantador de salves, en la celebración de la Cruz de mayo. Quizá de allí la herencia musical”
Vale destacar, que Alí quedó huérfano de padre, quien era funcionario de la policía de Coro, a la corta edad de tres años, cuando en medio de un tiroteo perdió la vida.
El encuentro con su vida
Alí Primera inicia su discografía con su propio sello «Cigarrón», en alianza con la empresa discográfica «Promociones Musicales» (Promus) y está compuesta de 11 discos publicados en años consecutivos desde 1973 a 1984.
De los tres primeros discos editados entre 1973 y 1975, “Alí Primera Volumen 2” (1974) fue el que obtuvo más trascendencia.
“Canción mansa para un pueblo bravo” publicado en 1978, es uno de los trabajos más elaborados del artista, para el cual contó con la colaboración del músico y arreglista Alí Agüero quien incorporó una sección de cuerdas en este trabajo.
De este trabajo se desprendieron temas emblemáticos como «la piel de mi niña huele a caramelo».
Y «Reverón», con la cual rendía homenaje al artista y pintor venezolano Armando Reverón, y puso a toda Venezuela a corear la frase «Reverón titiritero».
La música de Alí Primera es hoy ícono de momentos históricos y sociales que marcaron al país. Es imposible no sentir que tu piel se eriza al escuchar clásicos como «Tín Marín», dedicada al grupo folclórico y experimental venezolano “Madera” cuyos integrantes murieron en un naufragio en el Río Orinoco.
O «Los que mueren por la vida».
Su voz nunca se apagó
Al salir de su apartamento, el 16 de febrero de 1985, el intérprete perdió la vida en un accidente automovilístico ocurrido en una autopista de Caracas cuando su camioneta fue impactada de frente por un vehículo.
Su voz no se apagó. Tras su muerte, su viuda y su hermano José Montecano se encargaron de terminar su último proyecto «por si no lo sabías», en donde no estuvo su voz presente, por lo que, al año siguiente, la discográfica «Cigarrón» acordó editar el álbum «Alí ¡En Vivo!».
Ícono cultural y artístico
Hoy en día la figura de Alí Primera es ícono cultural y artístico de Venezuela.