Mahatma Gandhi, un hombre de verdaderas palabras, un gran líder y un verdadero luchador, se erigió como ejemplo de vida y de alto pensamiento del ser humano. Con la no violencia, la verdad y la inspiración hace venir a la mente su nombre.
Por ello mostramos algunas de las grandes frases de este personaje, nacido el 2 de octubre de 1869, para entender mejor su histórico y enriquecedor pensamiento.
«La no violencia, que es la cualidad del corazón, no puede venir de un recurso del cerebro».
«Ojo por ojo y todo el mundo quedará ciego»
«Sé el cambio que quieres ver en el mundo»
«Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre».
«Los ganadores están hechos de algo que hay muy dentro de ellos, un deseo, un sueño, una visión».
«La felicidad está en lo que piensas, lo que dices y lo que haces cuando se encuentra en armonía».
«El débil nunca puede perdonar. El perdón es el atributo de los fuertes».
«Es fácil ponerse de pie dentro de la multitud, pero se necesita valor para hacerlo estando solo».
«La verdadera belleza reside en la pureza del corazón».
«La satisfacción se encuentra en el esfuerzo y no en el logro».
«El silencio se convierte en cobardía, cuando la ocasión exige decir toda la verdad y actuar en consecuencia».
«La oración no es estar pidiendo. Es un anhelo del alma. Es la admisión diaria de la propia debilidad. Es mejor en la oración tener un corazón sin palabras que palabras sin corazón».
«Me opongo a la violencia porque aun cuando parece hacer el bien, el bien es sólo temporal; y el mal que hace es permanente».
«Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus acciones, tus acciones se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino».
«El amor es la fuerza más poderosa que el mundo posee, y sin embargo es lo más humilde que podamos imaginar».
«Un hombre no es más que el producto de sus pensamientos. En lo que piensa, se vuelve».
«No es prudente estar demasiado seguro de la propia sabiduría. Es saludable recordar que el más fuerte se puede debilitar; y el sabio, equivocarse».