23-F: El mundo fue testigo del terror que vivió Venezuela en sus fronteras

Entre 14 - 25 muertos. Solo logró ingresar a suelo venezolano una gandola cargada de medicinas, la cual fue quemada por la PNB que obligó a retroceder las otras dos para su resguardo. A Dios gracias el Voluntariado x Venezuela lograron rescatar buena parte de las cajas. Acto seguido se desataron los demonios, la brutal represión y la orden de masacrar al pueblo -según testimonio de los guardias desertores- por parte de funcionarios de la GNB, PNB, colectivos y presos uniformados con prendas de vestir pertenecientes a las Fanb.

El pasado fin de semana, particularmente el sábado 23-F, la atención del mundo estuvo centrada en la frontera venezolana, en dos de los cuatro puntos establecidos para el ingreso de la ayuda humanitaria -solicitada por el presidente encargado Juan Guaidó junto a la Asamblea Nacional y negada inhumanamente por Nicolás Maduro- por Cúcuta, Colombia, desde los puentes Simón Bolívar, Santander de Paula y Las Tienditas, y Brasil entre la Gran Sabana y Santa Elena de Uairén y el estado de Roraima.
Como preámbulo, el viernes 22 de febrero, se escenificaron dos conciertos, ambos sobre el puente internacional Las Tienditas, el “Venezuela Live Aid” en Cúcuta, que inició a las 10:00 am y reunió a más de 30 artistas nacionales e internacionales organizado por el empresario y filántropo Richard Branson y bajo el lema “Que las estrellas brillen para todos” para apoyar el ingreso y recaudar fondos para la ayuda humanitaria, y el otro del lado venezolano montado paralelamente por el régimen denominado «Hands off Venezuela»…. ¡para la guerra nada! en contra del injerencismo.
Los dos espectáculos transcurrieron con toda normalidad. Destaca, entre otras, la participación del Puma José Luis Rodríguez, quien fue el primero en subir al escenario, asimismo, los mensajes, como del conferencista mexicano Daniel Habif y el cantante español Miguel Bosé. Todos exigiendo al régimen de Nicolás Maduro permitir el ingreso de la ayuda humanitaria.
Simultáneamente desde la ciudad de Caracas partía hasta la frontera colombo-venezolana la caravana encabezada por Juan Guaidó acompañado de diputados de la Asamblea Nacional y de integrantes del Voluntariado x Venezuela, la misma durante su recorrido fue infructuosamente obstaculizada y atacada por colectivos, GNB y PNB, que no pudieron evitar que llegaran a su destino ya que el pueblo en la calle enfrentó dichos ataques.
Por su parte, el régimen durante la semana movilizó tanquetas, misiles y tropas a las distintas fronteras. También se conoció sobre la llegada y entrenamiento a San Antonio del Táchira de un grueso número de presos de cárcel de Santa Ana. Cabe recordar que estas operaciones han estado bajo la coordinación de Freddy Bernal.

Sábado 23-F:

Llegó el tan esperado 23 de febrero, dadas las expectativas generadas nacional e internacionalmente. Para ese día Juan Guaidó había convocado marchas en todo el país para esperar la ayuda humanitaria y dirigirse a los cuarteles, Redi o Zodi para pedir a los militares permitir el ingreso de la ayuda humanitaria y colocarse al lado del pueblo y la Constitución. La actividad se cumplió a cabalidad sin que se presentara percance alguno con cuerpos de seguridad del estado.
Durante estas marchas las personas que participaron a través de sus equipos móviles e inteligentes monitoreaban lo que sucedía en las fronteras con Colombia y Brasil. Lo primero que informaron las redes sociales fue la deserción de algunos guardias nacionales con dos tanquetas, luego la salida de la caravana compuesta por 3 gandolas, diputados, el voluntariado y encabezada por Juan Guaidó con la ayuda humanitaria desde Cúcuta hacia el puente internacional Las Tienditas.
Solo logró ingresar a suelo venezolano una gandola cargada de medicinas, la cual fue quemada por la PNB que obligó a retroceder las otras dos para su resguardo. A Dios gracias el Voluntariado x Venezuela lograron rescatar buena parte de las cajas. Acto seguido se desataron los demonios, la brutal represión y la orden de masacrar al pueblo -según testimonio de los guardias desertores- por parte de funcionarios de la GNB, PNB, colectivos y presos uniformados con prendas de vestir pertenecientes a las Fanb.
Mientras tanto, desde la parte sur de Venezuela, reportaban el ingreso de la ayuda humanitaria por la frontera con Brasil desde la Gran Sabana y Santa Elena de Uairén por parte de la comunidad indígena “Pemones” cuyos integrantes fueron atacados a mansalva por cuerpos de seguridad y lo más condenable por colectivos y presos de las cárceles “El Dorado” y “Vista Hermosa” debidamente uniformados militarmente, tal como lo recogen infinidad de testimonios, imágenes, reportajes, crónicas y análisis recogidos y publicados en los 600 medios de comunicación social de todo el mundo y redes sociales que dieron cobertura a dicho acontecimiento.
En horas de la tarde, mientras GNB, PNB, colectivos y presos (camuflajeados como militares) desde la frontera evitaban el paso de la ayuda humanitaria atacando, hiriendo y asesinando a voluntarios que la esperaban, Nicolás Maduro desde la avenida Urdaneta de Caracas en una escuálida concentración celebraba bailando salsa junto a Cilia Flores el haber impedido el ingreso de la ayuda humanitaria. Lo cual sucedió también con un buque con ayuda humanitaria procedente de Puerto Rico que se vio obligado a retornar ante la amenaza de ser bombardeado por parte de la Armada.
Hasta la fecha el balance de acuerdo a información aportada por la comisión de seguimiento de la AN, que coordina el diputado Miguel Pizarro, se han contabilizado entre 14 y 25 muertes y más de 300 heridos. En este mismo orden, resalta la muerte por envenenamiento del asistente y primo del parlamentario Freddy Superlano, quien se encuentra delicado de salud por la misma causa, hecho acaecido en la ciudad de Cúcuta.
Al final de la noche, desde la ciudad de Cúcuta el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, en compañía del mandatario colombiano, Iván Duque, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ofrecieron un balance sobre lo ocurrido y las acciones urgentes a ejecutar ante la quema de la ayuda humanitaria, los asesinatos, la participación de colectivos y presos como militares, y demás violaciones de derechos humanos de la cual fueron objeto voluntarios, representantes de los medios de comunicación, diputados, entre otros.

Domingo 24-F

Al siguiente día (domingo 23 de febrero) por parte del régimen la rueda de prensa ofrecida por el ministro de comunicación Jorge Rodríguez, para informar entre otras cosas, que la quema de la ayuda humanitaria se trató de un falso positivo; por otro lado, su hermana y vicepresidenta de la República, Delcy Eloína, advertía en una corta alocución que lo hecho por el régimen el 23-F “es solo un pedacito de lo que somos capaces de hacer”. Desde la frontera Diosdado Cabello, en menguado acto proselitista celebraba que no había pasado ni una gandola.
Simultáneamente, desde la hermana República de Colombia, específicamente, desde Bogotá, el presidente Iván Duque recibía con honores militares al presidente legítimo de Venezuela, Juan Guaidó, quien participaría el lunes 25 en la reunión del Grupo de Lima y un encuentro con el vicepresidente de los EE.UU., Mike Pence, para discutir sobre las acciones a seguir para materializar la ruta democrática, cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.

Desertores

Un total de 160 funcionarios militares desertaron al pasar la frontera y entregarse ante Migración Colombia para reconocer a Juan Guaidó como presidente legítimo y en su defecto Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional. Los desertores hicieron un llamado a sus compañeros de armas para que hagan lo mismo y desconozcan al usurpador.

 

Juan Guaidó encabezó la caravana de la ayuda humanitaria hacia el puente internacional Las Tienditas.

 

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