2024, año de definiciones políticas en Venezuela: replanteo del rescate de la Guayana Esequiba y Elecciones Libres Presidenciales | Por: Luis A. Villarreal P.

 

Partiendo de las circunstancias del espectro político nacional se presagia un 2024 congestionado y propenso a tensiones debido al antagonismo asumido en los dos principales polos competitivos; representados en el ansia continuista del oficialismo, cuestionado e impopular, y en la oposición proponente del austero cambio necesario, rebosante de respaldo electoral.

Específicamente por los diversos problemas sometidos a discusión en las negociaciones de ambos bandos, con los correspondientes acuerdos asumidos e incumplidos o medianamente satisfechos; siempre redundando sobre la necesidad de mejores condiciones electorales a objeto de motivar la participación con la debida confianza en las Elecciones Libres Presidenciales bajo términos de imparcialidad y autonomía del ente comicial CNE.

Los preparativos de las esperadas Elecciones Libres Presidenciales tocan aspectos relevantes relacionados con la suspensión de sanciones, condición básica para dar por hecho las apropiadas condiciones electorales: sin inhabilitados ni presos políticos, precisión y versatilidad del Registro Electoral y el resto de procedimientos imparciales durante la campaña electoral y el proceso de votaciones y escrutinio; además del seguimiento y veeduría, calificada y abierta, por parte de entes y organismos especializados, en aras de la transparencia requerida.

El cumplimento de los acuerdos de Barbados sigue inconcluso por parte de sus signatarios —en su interpretación literal y el espíritu de lo acordado—; el oficialismo ha sacado explícito provecho de los mismos, sin que todavía se vea el queso en la tostada de la oposición.

Sigue la incertidumbre en el sector opositor en torno a la superación de las inhabilitaciones en general, y mucho más sobre el liderazgo temido por el régimen. Igual sobre la liberación de los encarcelados sin razón; hasta ahora una pequeña parte ha recibido la libertad en el marco de intercambio de prisioneros.

En relación al problema de la reclamación del Territorio Esequibo, nos hemos quedado en suspenso por causa de las fiestas navideñas; no se sabe cuáles son los avances en el cumplimiento de las nueve medidas post Referendo; tampoco de las supuestas gestiones ante la OEA y la ONU organismos proclives de solidaridad con Guyana en su aspiración de quedarse con la séptima parte del territorio venezolano.

Aunque el Reino Unido —emulando a EEUU— ha manifestado apoyo militar y ‘diplomático’ a Guyana, enviando navío de guerra a la región; con la debida protesta de Caracas, al declarar un estado de movilización conjunta de las fuerzas militares a manera de protesta y prevención; no se conocen repuestas o eventos de la oposición para rechazar y denunciar tan guerreristas e insolentes acciones basadas en el Laudo Arbitral de París [1899]; y en plena contravención a los Acuerdos de San Vicente y las Granadinas

Las declaraciones de la Plataforma Unitaria Democrática de Venezuela u otros partidos, de  liderazgos nacionales, Ciudadanía  organizada, ungidos en Primarias, gremios; todas han brillado por su ausencia. Aunque luchar mancomunadamente —oposición – oficialismo— por el Esequibo forma parte de los Acuerdos de Barbados, se está poniendo en práctica algo diferente y contrario a los intereses de Venezuela; la oposición tal vez está imbuida e incursa en una ‘estrategia’ de liquidar al régimen contribuyendo con la campaña de descrédito sobre TODAS las medidas y diligencias encaminadas a reactivar la lucha esequiba y a ejercer la presión para que se reconozca el Acuerdo de Ginebra [1966] y se declare nulo el Laudo del despojo.

Las excusas: “fue el chavismo quien entregó el Esequibo por recomendación castrista”; “solamente se debe conformar un equipo de los mejores juristas y asesores para presentar la contramemoria en Abril ante la CIJ”; “no se debe desacatar o contradecir a la Corte Internacional por supuesta retaliación de esta contra Venezuela”; “el Acuerdo de Ginebra también prevé llegar al mencionado tribunal si así lo dispone [como en efecto] el Secretario General de la ONU”; “el oficialismo está sólo tratando de salvarse a sí mismo; todo es un show…”. Etcétera, etcétera.

Son pocos, pero muy pocos —escasos— quienes están previendo, o tratando de evitar, esa campaña contra el oficialismo apuntada en la misma dirección del gobierno guyanés contra nuestro país, incrementando la matriz de opinión en descrédito de Venezuela. ¿Qué clase de nacionalismo es este?

El año ha comenzado con optimismo, sin perder de vista los esfuerzos sostenidos para reivindicar la justicia y la paz internacional, quebrantadas del modo más atroz con la invasiones, rusa a Ucrania y de los grupos terroristas a Israel. Esperamos continúe la ayuda militar, por parte de EEUU y Europa a Ucrania, a objeto de seguir defendiendo la integridad territorial de los países europeos, la democracia y la seguridad global puestas en inminente peligro por el autoritarismo de potencias militares.

También se espera reorientar la democracia en países de nuestro continente y del mundo;  principalmente en:

Chile, país embarcado en su reforma constitucional antes de incurrir en errores socialistoides proclives a empeorar el bienestar de sus habitantes. Por ello ha quedado diferida para un mejor momento la debatida reforma; mientras, prevalece y perdura la Carta Magna del período pinochetista.

Argentina, donde se ha iniciado un inédito gobierno empeñado en zafar del retroceso y el continuo empobrecimiento a esa gran nación; combatiendo los flagelos de corrupción y al viejo statu quo beneficiado y privilegiado, convertido en parte del problema y no de las posibles soluciones.

Estados Unidos, país tampoco exento de problemas, cuya ‘suerte’ está atada a muchos países y viceversa, tiene pautadas las elecciones para este año con dificultades no menos importantes por cuanto se pretende obstruir la vuelta a la Presidencia a Donald Trump, acusado de estar involucrado en la toma del Capitolio para impedir la asunción de Joe Biden al poder, arguyendo un fraude electoral hasta ahora sin pruebas contundentes.

Se espera el pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia, por cuanto algunos estados ya han decidido a priori sacar de la carrera presidencial al 45° presidente de EEUU, excluyéndolo de la boleta electoral, impidiéndole ser candidato. Esta situación abordada por la reinterpretación de enmiendas a la Constitución [principalmente la 14ª], podría desembocar peligrosamente en socavamiento de los derechos civiles y del sistema democrático más próspero del mundo, en perjuicio de la democracia, del equilibrio y la paz de todo el orbe.

 

Feliz Año 2024

¡Por fin!, el año visto

tan distante nos da la bienvenida,

mostrándonos erguido

la abrupta travesía,

y a lo lejos la meta que nos mira

 

tal vez ensimismada

de tenernos a la vista; sintiéndose

al alcance de tantas

promesas elocuentes,

de este pueblo reacio a someterse.

 

Año de compromisos

infalibles, firmes y sin retorno;

arduo y controvertido,

mostrando quienes somos;

dispuestos a coronar el propósito

 

del cambïo político,

porque esa es la urgencia de

                            [Venezuela.

Desde el sol Esequibo

y con voluntad férrea

¡unidos, vamos por la Presidencia!

 

                                  L A V P

Un año por delante para contribuir con nuestra evolución ciudadana, participando en todos los eventos tendientes al desarrollo de la democracia; de un poder bien entendido del pueblo y para el pueblo; por la conquista y fortalecimiento del Estado de derecho y las instituciones; de la soberanía y los derechos humanos; del verdadero liderazgo dispuesto a servir al país antes que a sí mismo.

Los eventos en puerta y por suscitarse, pondrán a prueba la cualidad ciudadana en la lucha tendiente a producir el cambio político de nuestro país.

 

 

 

 

 

 

 

.

Salir de la versión móvil