El 2017 significó para Venezuela un periodo que estremeció columnas sociales, políticas, económicas, un tiempo de protestas antigubernamentales que dejaron 120 muertos, elecciones ganadas por el oficialismo y calificadas de fraudulentas por la oposición y un cierre con una hiperinflación nunca vivida.
La revolución bolivariana cumplió un año más en el poder, un período en el que logró instaurar una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) tachada de antidemocrática por numerosos países, que le costaron a Venezuela sanciones internacionales y un país más aislado que nunca.
La ya de por sí elevada temperatura política se disparó en Venezuela el 31 de marzo, cuando el Supremo quiso dar la puntilla a un Parlamento de mayoría opositora ya diezmado por anteriores sentencias con su decisión de atribuirse las funciones que la Constitución le reconoce a la Cámara.
Casi a diario, y en prácticamente todos los estados del país, miles, decenas de miles y a veces cientos de miles de venezolanos exigieron desde el 1 de abril el final de lo que denunciaban como un régimen dictatorial cada vez peor disfrazado de democracia.
Batallas campales entre fuerzas de seguridad y grupos de manifestantes que respondían con piedras y cócteles incendiarios se adueñaron de muchas calles de Venezuela.
Ante la creciente tensión, el presidente Nicolás Maduro salió el 1 de mayo con una propuesta unilateral: convocar, sin consulta popular previa, a la elección de una Constituyente que, aseguró entonces, devolvería la paz y la tranquilidad al país.
Lejos de aplacar las protestas, el anuncio exacerbó los ánimos. Además de no ir precedida de una consulta, la junta sería elegida según un censo sectorial que muchos juristas vieron como un atropello del principio de sufragio universal.
La oposición sumó a las demandas en las protestas la retirada del proyecto constituyente, y consiguió paralizar buena parte del país en varias ocasiones con cortes de calles masivos que se saldaron con virulentos enfrentamientos con las fuerzas del orden.
Pese a la intensidad de las protestas, y a los 7,6 millones de venezolanos que votaron en contra de la Constituyente en una consulta celebrada el 16 de julio por la oposición sin el reconocimiento del gobierno, la ANC fue votada el 30 de julio entre candidatos oficialistas.
Al menos 124 personas murieron durante los cuatro meses de protestas contra el gobierno, 46 de ellas a manos de fuerzas de seguridad y 27 por la acción de grupos de civiles «armados progubernamentales», según un balance de la ONU.
Casi al final del año, tras transitar por esta accidentada ruta de violencia y caos social, el país se sumerge en octubre en un cuadro de hiperinflación cuando se observa que solo en ese mes el índice de precios al consumidor sobrepasó el 50%.
Mientras, aumentan las escenas de personas comiendo de la basura, de comercios cerrados y de reportes de aumento de desnutrición y enfermedades que habían sido erradicadas.