Por: Leonardo Montilla
En el 2005 la decisión de la élite dirigencial caraqueña encabezada por Henry Ramos, Leopoldo López y otros tantos, nos llevó a la abstención, entregando el país y sus instituciones al socialismo del siglo XXI.
«El proceso» como lo definían, nombró a todos. Con un poder legislativo férreamente controlado, gracias a la abstención, el Gobierno colocó los poderes y las instituciones del Estado en función de su proyecto político. Todo gracias al error de no participar.
Ese error político dio el sustento constitucional necesario para que el chavismo se consolidara, de eso hace ya 20 años.
Hoy 2025, nuevamente, en una equivocada y antehistórica decisión, un sector de la oposición, desconociendo realidades, convoca, en voz de un liderazgo dañino y enfermizo, nuevamente a la abstención, el resultado ya lo sabemos, de nuevo, como en el 2005, se entrega el poder legislativo. Con la agravante de que toda la oposición resulto herida de muerte políticamente.
¿Cuánto durará este error, serán 20 años más? Será que la política no pudo superar la narrativa vanguardista, cíclica y cuyo contenido no hace sino prometer episodios fantásticos irreales? planteados por una señora que demostró importarle poco el padecimiento venezolano.
Ojalá, no tengan que pasar 20 años, para que entendamos que abstenerse no produce cambios, el extremismo sólo conduce ha atornillar en el poder a quien ya lo controla y que los liderazgos mesiánicos como el de María Corina Machado sólo conducen a los pueblos a equivocarse repetitivamente.