Filadelfia (EE.UU.), 14 abr (EFE).- El esperado duelo entre los dos mejores equipos de la Conferencia Este, los Philadelphia Sixers y los Brooklyn Nets, llegó, pero cargado de ausencias de estrellas del equipo visitante, que le quitaron todo el interés que había generado, aunque el pívot camerunés Joel Embiid se encargó de dar un gran espectáculo.
Embiid se olvidó de las ausencias del escolta James Harden, el alero Kevin Durant, el ala-pivot Blake Griffin y el pívot LaMarcus Aldridge, con los Nets y aportó un doble-doble de 39 puntos y 13 rebotes que permitieron a los Sixers quedarse con el triunfo por 123-117.
La victoria, la tercera consecutiva, dejó a los Sixers (38-17) líderes solitarios en la División Atlántico y en la Conferencia Este con un juego de ventaja sobre los Nets (37-18).
Con las ausencias por lesión o descanso de las estrellas de los Nets, el encuentro pareció corresponder más a una pretemporada que a un posible adelanto de la final de la conferencia en busca del pase a las Finales de la NBA.
Pero para Embiid si fue un partido importante en el que demostró su condición de aspirante a luchar por el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga y lo mismo para los Sixers cuando solo faltan 17 para que concluya la temporada regular y buscar acabar al frente de la clasificación, que le de la ventaja de campo en los playoffs.
«Sería algo bueno de tener», admitió el entrenador de los Sixer, Doc Rivers al concluir el partido. «Tiene sentido intentar conseguir la mayor cantidad posible de partidos en casa porque demuestra que el factor campo es importante».
Lo ha sido durante toda la temporada para los Sixers que se han colocado con un registro de 21-5 en su campo del Wells Fargo Center
Además, el equipo de Philadelfia permitió la presencia de 4.094 aficionados, quienes vieron a Embiid brillar nuevamente ante unos mermados Nets.
Embiid anotó 21 puntos en la primera mitad, el decimocuarto partido que consigue concluir la primera mitad con al menos 20 puntos.
Pero si Embiid jugó en plan MVP, el alero Tobias Harris también confirmó que es otro pilar clave en el juego y los triunfos de los Sixers al aportar 26 puntos, cinco rebotes, tres asistencias y puso dos tapones.
Mientra que el base Ben Simmons se quedó a las puertas del doble-doble con 17 puntos, nueve asistencias, cuatro rebotes y tres recuperaciones de balón.
El escolta reserva Shake Milton acabó con 15 puntos, incluidos tres triples de cuatro intentos, y repartió cuatro asistencias para convertirse en el sexto jugador de los Sixers, que también surgió como factor ganador.
Sin Durant, James, Griffin y Aldridge, los Nets se presentaron en el Wells Fargo Center con Kyrie Irving como la única estrella con la que hacer frente al rival a batir.
No lo consiguieron, pero si estuvieron todo el tiempo metidos en el partido gracias a Irving, que la noche anterior no jugó el partido contra los Minnesota Timberwolves por motivos personales, y aportó 37 puntos, incluidos 23, en la primera mitad, además de repartir nueve asistencias, capturó tres rebotes y recuperó dos balones.
Irving estuvo brillante durante todo el partido, pero especialmente en la primera mitad, la octava en lo que va de temporada que consigue al menos 23 puntos.
Sin embargo, Irving, no estuvo en la cancha cuando los reservas ayudaron a los Nets a reducir una desventaja de 16 tantos para acercarse 118-115.
Pero sería Embiid quien selló la victoria desde la línea de personal bajo cánticos de «¡M-V-P!».
El escolta Landry Shamet, que salió de titular, acabó con 17 puntos como segundo máximo encestador, mientras que el ala-pívot Jeff Green llegó a los 15 tantos.
El pívot DeAndre Jordan, que alió de titular y le toco marcar a Embiid, logró un doble-doble de 12 puntos, 14 rebotes y repartió cinco asistencias, pero tampoco pudo evitar que Embiid fuese el gran protagonista ganador y centro de atención durante toda la noche.