Alexander González
IG: @AlexGonzalezDigital
Fotos: Henner Vieras y cortesía
Ser trabajador del Hospital Central de Valera se ha convertido en todo un desafío. El principal centro de salud de la entidad trujillana que atiende a pacientes de Caja Seca, Zulia; Mérida e incluso Lara, se encuentra sumergido en una preocupante situación, no solo para sus médicos y demás trabajadores, sino para los enfermos que necesitan del recinto hospitalario y que, por falta de personal, en reiteradas oportunidades el servicio de Emergencia “se queda solo” los fines de semana.
El otro reto a vencer es evitar contagiarse de coronavirus dado que el personal de salud tiene que reutilizar tapa bocas y guantes por la falta de dotación adecuada. También se cierne sobre quienes los ayudan con donaciones de estos insumos la amenaza de que sean investigados.
Profesionales de la salud ubicados en el área de Emergencia afirman, omiten sus nombres por seguridad y para evitar retaliaciones, que deben diseñar planes de contingencia para distribuir de la mejor manera al personal de salud disponible y atender a los pacientes que lleguen los fines de semana, por ser quienes tienen el “primer choque” con los ciudadanos que requieren atención hospitalaria urgentemente.
A estos pacientes deben estabilizarlos para luego remitirlos, si es necesario a otro servicio. Esto le preocupa de manera significativa a los médicos del hospital, al ser – enfatizan -, los fines de semana los días con más incidencia de eventos que generan verdaderas emergencias hospitalarias, que – a Dios gracias – han disminuido en medio de la pandemia del COVID-19.
A pesar de encontrar “milagrosamente” la manera de atender a todos los pacientes, les resulta alarmante la coyuntura, tomando en cuenta que los demás centros de salud pública están en “peores condiciones” que el Hospital Central.
“Cada día la situación se nos complica más. Estamos haciendo de tripas corazones para darle a nuestros pacientes no una medicina de cantidad, sino de calidad. En la Emergencia tenemos posibilidad de ingresar 50 pacientes, pero nosotros resolvemos para atender 70, pregúntame cómo, no sabemos. Eso forma parte de los milagros que ocurren en el hospital”, indica uno de los médicos consultados, que prefirió resguardar su identidad por temor a represalias de las autoridades de salud regionales.
Añade que el tema de los insumos les obliga a tener un compromiso mayor. “Lo natural (el deber ser) es que el paciente hospitalizado reciba su medicamento porque el sistema de farmacia debería funcionar, claro no quiero decir que la institución está totalmente desvalijada, al haberlos no se les niega a los pacientes. Pero cuando hay limitaciones de insumos (como pasa casi siempre), establecemos prioridades con pacientes graves, que están en estado crítico. Hemos optado por crear conciencia de no solo aplicar las medidas terapéuticas habituales (protocolos médicos convencionales), tomando en consideración nuestra disponibilidad en recursos. No aplicamos tratamientos típicos según las pautas bibliográficas, pero aplicamos tratamientos que busquen sacar adelante al paciente”.
Los despidos: “mortal tratamiento” que deja sola la Emergencia
Representantes del Sindicato de Trabajadores de la Salud han denunciado atropellos constantes a los cuales son sometidos por parte de la directiva del Hospital Universitario Pedro Emilio Carrillo, conocido como Hospital Central de Valera o Hupec, así como también de la Fundación Trujillana de la Salud, Fundasalud.
Giovanny Vielma, dirigente del mencionado sindicato, recientemente denunció que en lo que va de año, la Dirección de Recursos Humanos, ha “despedido injustamente” a más de 70 trabajadores, entre los cuales destacan obreros, médicos y enfermeros. También reprochó la suspensión de salarios al personal con permiso – incluso – de maternidad.
“Carmen Cardozo ha botado a más de 70 trabajadores, entre esos médicos, como el doctor Sandoval, uno de los mejores cardiólogos del hospital; un enfermero con 35 años de servicio como lo es el licenciado Oswaldo Ramírez, y también ha botado a mujeres embarazadas”, afirmó Vielma.
Esta situación de “despidos forzados” – a criterio de los denunciantes – ha llevado al hospital a presentar un déficit de personal. Añadieron que ante “esta calamidad”, la directiva del Hupec “pretende obligar” a cumplir horarios excesivos al personal que aún labora en el lugar y a juicio de los afectados, esto viola a la Ley del Trabajo.
“Nosotros contamos con una nómina de apenas 900 trabajadores. Ahora pretenden aplicarle un horario de 24 horas para cubrir algunas áreas, como la Emergencia, que queda sola los fines de semana por falta de personal”, cuestionó Vielma.
Enfermeras abandonan sus cargos
Sulvia Torrealba, presidenta del Sindicato de Enfermeras, denunció que durante este 2020, Fundasalud le ha suspendido el salario a un promedio de 100 enfermeras, de las cuales 25 trabajan en Valera.
La representante gremial informó que de 680 enfermeras del Hupec, unas 350 han abandonado los cargos para irse del país o buscar mejores ofertas laborales. La causa, explicó, son los bajos salarios y el déficit de insumos, que son responsabilidad directa del Gobierno.
“Nosotros le hemos hecho un llamado al gobernador del estado, Henry Rangel Silva, y al presidente de la República: Vamos a cambiar los sueldos por los que ustedes tienen, porque tienen todos los beneficios. Nosotros no tenemos gas, electricidad, agua, transporte e insumos en las instituciones”, manifestó Torrealba, que pide que se revisen los tabuladores salariales del sector.
En plena pandemia personal médico del Hospital Central de Valera reutiliza tapabocas y guantes
Reutilizan tapa bocas y guantes
Aunque el gobernante Nicolás Maduro asegura en la televisión nacional que el país cuenta con todos los implementos médicos necesarios para atender pacientes con COVID-19, el personal médico del Hospital Central de Valera ha tenido que recurrir a donaciones y colaboraciones a fin de poder adquirir los suministros de bioseguridad, que no son otorgados de manera permanente por la administración pública.
Así lo afirma el doctor Juan Torres, coordinador del Voluntariado de la Ayuda Humanitaria en la región trujillana, que ha informado sobre los reportes que ha recibido de sus colegas y del centro hospitalario centinela para atender la pandemia, ubicado en la ciudad más poblada de Trujillo, Valera, donde el personal de salud ha tenido que reutilizar guantes y tapabocas para atender a pacientes positivos o sospechosos con COVID-19.
Indica que los médicos no pueden abiertamente denunciar esta situación por temor a ser perseguidos por las autoridades sanitarias chavistas de la entidad.
En un estado que supera los 1.000 casos de COVID-19 confirmados, de acuerdo con fuentes oficiales, Torres explicó que, al principio de la cuarentena, los médicos compraban sus propios tapabocas y guantes. Se mostró alarmado al sostener que actualmente les dotan de batas quirúrgicas y los tapabocas o guantes que reciben “los deben reutilizar”, eso sin mencionar que, a su criterio, estos no son los indicados para prevenir la mortal enfermedad.
“La otra indumentaria especial (trajes de bioseguridad), que se debe utilizar, por supuesto no la tiene la mayoría, y tienen que hacerse con sus propios recursos (piden donaciones a organizaciones sociales y empresariales). Incluso, han acudido últimamente a la bondad de la población. Hay grupos organizados que están ayudando a dotar ciertos equipos. Los mismos residentes y especialistas han hecho potes entre ellos para dotar al personal, especialmente a los residentes, sobre todo, que están en mayor exposición”, dijo el también cirujano y epidemiólogo de la región.
¿Qué dice la directora del hospital?
La directora del Hupec, doctora Yadira Pereira, calificó de “innecesarias y engañosas” las acciones de organizaciones que hacen rifas para dar insumos al personal. Esto lo informó a través de un comunicado de prensa, difundido por Fundasalud el 10 de agosto del año en curso.
En la opinión de la funcionaria de salud oficialista, “los equipos están garantizados” en el hospital centinela y las organizaciones que hacen donativos serán investigadas.
“Existen personas con nombre y apellido, como supuestos grupos de cadenas de favores montados en esto hace tiempo, los cuáles serán investigados”, amenazó Pereira en el comunicado.
Torres informó que Fundasalud no revela las cifras de trabajadores contagiados de COVID-19. El médico, que hace tres años fue perseguido y separado de su cargo en el Hupec por denunciar las carencias del centro de salud, afirmó que esto se ha prestado para especular sobre un presunto “contagio masivo de COVID-19” en trabajadores del Hospital de Valera, que las autoridades oficiales no confirman, pero tampoco desmienten.