La Festividad de la Virgen del Valle es el mejor homenaje que el pueblo venezolano le realiza a la advocación de la Virgen María, en la Isla de Margarita. Este 8 de septiembre nos recuerda los 109 años de la coronación canónica de la Imagen de Nuestra Señora del Valle, Patrona del Oriente venezolano, de los pescadores y de la Armada venezolana.
El 8 de septiembre de 1911, el entonces Obispo de Guayana, Antonio María Durán, por concesión del Papa Pío X, coronó canónicamente la Imagen de Nuestra Señora del Valle. Este año lo miles de fieles que provenían de todo el territorio venezolano ya han comenzado a realizar el recorrido virtual de esta peregrinación mariana. Motivado a la cuarentena social preventiva originada por la pandemia mundial del Covid-19, los seguidores de “Vallita” realizaran su acto de fe y devoción a través de las redes sociales para testimoniar su agradecimiento a la Virgen por los favores concedidos.
En años pasados durante varios días los devotos acudían a su santuario ubicado en el Valle del Espíritu Santo, donde la imagen de la Virgen permanecía vestida con trajes hechos de telas que los mismos fieles obsequiaban para la ocasión. Ahora la virtualidad nos devuelve esa oportunidad para demostrar nuestro fervor mariano, y hacer una rogativa porque aleje la pandemia de Venezuela.
Nuestra Señora del Valle es una de las advocaciones principales en Venezuela, venerada de modo muy particular por los margariteños. Es una dulce imagen de la Purísima, tal como era representada antiguamente en España, hasta comienzos del siglo XVI. Fue traída alrededor de 1530, al iniciarse la evangelización de Venezuela; por tanto, se trata de una advocación pionera de las devociones marianas en nuestra tierra.
Durante los primeros tiempos de la fundación de Cubagua, sus habitantes encargaron una imagen de la madre de Dios, para colocarla en una de las dos iglesias que había en aquella isla, que representara a la Inmaculada Concepción o Purísima, como entonces se referían a ella los fieles. En aquellos tiempos, la isla de Cubagua sufrió varias destrucciones, que hicieron que los vecinos se trasladaran a Margarita, a la Villa del Espíritu Santo, llevando consigo sus propiedades. En el Valle de Margarita construyeron una ermita para la imagen, y desde entonces empezó a ser llamada Virgen del Valle.
Los múltiples milagros que se le atribuyen, se cuenta el de un pescador de la isla de Coche, llamado Domingo, quien fue herido en una pierna por la púa de una raya, mientras pescaba ostras en el mar. La herida le ocasionó una úlcera que se gangrenó, y el médico que lo atendió dijo que solo una amputación podría salvarlo. Entonces el enfermo hizo ante la Santísima Virgen del Valle el voto de dedicarle la primera perla que encontrara si le devolvía la salud.
El pescador sanó en poco tiempo, y se lanzó al mar para cumplir su promesa. En ese empeño, sacó de las aguas una concha, y al abrirla apareció una extraña perla con silueta semejante a su pierna, en uno de cuyos lados había una señal a manera de cicatriz, precisamente en el lugar que le correspondía a la herida que había recibido.
La Virgen del Valle recibe también el nombre de Virgen de los Marineros, pues ellos le encomiendan sus vidas al zarpar, al igual que, según la historia, también los indios, en la época de la colonización, se encomendaban a ella para soportar los abusos de los españoles.
No deje pasar esta ocasión y únase a las redes sociales para que comparta el júbilo de todos los fieles y devotos de esta advocación, símbolo de la tradición de fe religiosa en nuestro país. Ya en la Isla de Margarita, su Obispo, Monseñor Fernando Castro Aguayo, junto a la feligresía desde el pasado 01 de septiembre ya están de fiesta con la bajada –en forma virtual- de la Virgen del Valle, la patrona del oriente venezolano.
ORACIÓN A LA VIRGEN DEL VALLE
Madre Santísima del Valle, a tus plantas acudo confiadamente para pedirte que infundas en mi alma vivos sentimientos de fe en Jesucristo, Tu hijo Divino, porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Madre amorosa, concédeme la paz Espiritual, llévame de la mano de los Sacramentos. Que en el seno de mi familia reinen la comprensión y el amor. Acepta, Madre Santa, mi más profundo agradecimiento por los favores que hasta hoy me has concedido y no desoigas las súplicas que hago ante esta necesidad (Petición)
Que nuestra devoción a Ti, Madre Celestial, acreciente la Religión verdadera, y se avive nuestra fe en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo.
Amén.