Los Ángeles (EE.UU.), 2 mar (EFE).- Luka Doncic fue el capitán general de los Dallas Mavericks en su sufrida victoria en la cancha de Los Angeles Lakers, que tiraron de rabia y corazón pero que ni con eso pudieron revertir su gravísima crisis (104-109).
Doncic logró 25 puntos (9 de 21 en tiros), 8 rebotes y 5 asistencias pero sobre todo resultó providencial en la recta final para dibujar un parcial de 4-15 en los últimos seis minutos con los que los Mavericks amarraron la victoria.
El base dejó varias jugadas para el recuerdo como sus duelos directos con LeBron James o un monumental mate sobre Dwight Howard.
Jalen Brunson (22 puntos) también brilló para los de Dallas en un partido muy loco en el que los Lakers acariciaron una remontada heroica tras ir perdiendo de 21 puntos en el segundo cuarto.
El encuentro confirmó la tendencia opuesta de ambos equipos: los Mavericks han ganado 8 de sus últimos 10 partidos y los Lakers han perdido los tres encuentros que han disputado desde el All-Star.
LeBron James (26 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias) y Carmelo Anthony (20 puntos) fueron los mejores de unos Lakers que, tras la humillación del domingo ante los New Orleans Pelicans (95-123), hoy sí dieron una imagen muy digna pese a la derrota final.
Russell Westbrook concentró de nuevo las críticas de los fans con una actuación muy irregular (12 puntos con 5 de 17 en tiros, 6 rebotes y 8 asistencias).
LOS MAVERICKS MANDAN
Los Lakers comenzaron a purgar sus pecados con una salida en defensa más enérgica de lo habitual y con un punto extra de actitud en cada disputa.
Ese arranque pareció sorprender a Luka Doncic, pero el esloveno no tardó en adaptarse con un «alley-oop» para Maxi Kleber y varias penetraciones ante la desprotegida zona del quinteto bajo de los Lakers.
El base, con 12 puntos, fue el protagonista del primer cuarto.
Primero recibió un contundente tapón de Russell Westbrook y en la caída pareció hacerse daño, pero en la jugada siguiente dejó helados a los Lakers con un espectacular mate tras rebote ofensivo y sobre una torre como Dwight Howard.
El dominio de los Mavericks en el primer cuarto (25-30) continuó en el segundo parcial durante los minutos de descanso de Doncic.
Dos triples seguidos de Jalen Brunson y Spencer Dinwiddie encendieron las alarmas en unos Lakers que se olvidaron pronto de su intensidad defensiva y que eran incapaces de cerrar el rebote (32-44 con 8.17 por jugarse).
Talen Horton-Tucker refrescó mínimamente la atascada ofensiva de los Lakers, pero un cada vez más inspirado Brunson y un Dwight Powell que regaló un soberbio mate impulsaron a los de Dallas (38-56 con 4.43 para el descanso).
Los murmullos regresaron al Crypto.com Arena y la frustración se apoderó de los Lakers con dos técnicas seguidas a Frank Vogel y Russell Westbrook (2 de 10 en tiros en la primera parte).
Ajenos al drama angelino, los Mavericks consolidaron una sólida ventaja (56-71) después de una primera mitad en la que llegaron a ganar de 21 puntos y en la que metieron el 55,6 % de sus tiros.
RESPUESTA INCOMPLETA
La reacción no podía esperar y los Lakers lo dieron todo para que fuera posible.
Un rotundo parcial de 13-1, con Malik Monk y Stanley Johnson deslumbrando desde el perímetro, reenganchó al partido a los locales ante unos Mavericks muy fríos en la reanudación (69-73 con 7.55 por jugarse).
La apelación a la épica continuó con tres triples de LeBron James, uno tremendo desde el logo, con los que los Lakers empataron el encuentro (78-78 con 4.22 en el reloj).
La defensa angelina creció muchísimo con Kent Bazemore como inesperado referente del esfuerzo, y los Mavericks, que perdieron 6 balones en esos doce minutos y que solo anotaron uno de sus 9 triples, llegaron por detrás al último cuarto (87-85) tras derretirse en un terrible tercer parcial (31-14).
El viento (y la afición) soplaba a favor de unos Lakers convencidos de que cada gota de sudor era imprescindible esta noche.
LeBron y Carmelo se exprimieron al máximo pero no lograban romper el partido de forma definitiva (98-94 con 7.35 para el final).
Entonces, Doncic despertó.
Desaparecido durante el tercer cuarto, la estrella de los Mavericks resurgió en el momento oportuno, se citó con LeBron en varios uno contra uno muy jugosos y anotó un par de «fadeaway» fabulosos para retomar el control con un gran parcial de 0-11 (100-105 con 3.52 por jugarse).
Aunque no desfallecieron en ningún momento, los Lakers se toparon una y otra vez con la defensa de los Mavericks y bajaron la cabeza finalmente en una noche de gran actitud pero mismo resultado negativo.
David Villafranca